Los hospitales gallegos registran hasta 7.600 casos de daño cerebral

El jefe del servicio de Rehabilitación del CHUS, Jorge Barreiro, propone crear una organización para el daño cerebral ·· Acuerdo tras el congreso de Santiago


Cada año se producen en Galicia unos siete mil seiscientos casos de accidentes cerebrovasculares, una patología para cuyo tratamiento y recuperación la comunidad cuenta con profesionales "del más alto nivel", aunque aún quedan peldaños por superar en los aspectos tecnológicos y de organización. Esa es, al menos, la opinión de Francisco Javier Jorge Barreiro, catedrático de Anatomía Humana y jefe del servicio de Rehabilitación del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Tras la celebración en Compostela del congreso de la Sociedad Española de Neurorrehabilitación, Jorge Barreiro asegura que una de las conclusiones de este encuentro ha sido "la demanda a la Administración de crear una organización del tratamiento del daño cerebral en Galicia", una propuesta bien acogida desde la Consellería de Sanidade.

El daño cerebral fue el eje de esta cita congresual. Se trata de la atención a las personas que han sufrido un proceso agudo de esta patología, que se acompaña de secuelas de distinta índole. Este tipo de dolencias se produce, básicamente, por accidentes cerebrovasculares o por traumatismos craneales.

Los datos que expone el doctor Francisco Javier Jorge Barreiro indican que estas dos causas son el origen del 95% de los casos de daño cerebral. El responsable del servicio de Rehabilitación del CHUS asegura que son las personas de mayor edad las más proclives a sufrir accidentes cerebrovasculares, mientras que los traumatismos son más propios de gente joven (por accidentes de tráfico, laborales o domésticos).

"Se trata de un problema grave", explica Jorge Barreiro, "para el propio paciente que, muchas veces, tiene secuelas que derivan en trastorno de lenguaje, del comportamiento o dificultades cognitivas y para la familia del que lo padece".

La rehabilitación neurológica busca que "esos enfermos que tienen capacidad de recuperarse alcancen un nivel de calidad de vida", explica este especialista. Los tratamientos comienzan una vez que se ha superado la fase aguda del proceso. En la recuperación colaboran varios profesionales: desde psicólogos a fisioterapeutas, pasando por terapeutas ocupacionales. La finalidad es que el paciente "pueda hacer una vida lo más normal posible", según Jorge Barreiro.

Ejercicios físicos, prácticas para recuperar la capacidad oral en los casos de afasia o "aprender" de nuevo a vestirse o manejarse en el hogar con los electrodomésticos son algunas de las técnicas de este tipo de neurorrehabilitación.


Galicia precisa una mayor sistematización de la atención a los accidentes cerebrovasculares (ictus). "Se trata de que todos los que tengan un episodio de este tipo, al margen de donde residan, puedan tener las mismas posibilidades de recuperarse", dice Jorge Barreiro. Envejecimiento y dispersión son per se factores de riesgo .

FUENTE:elcorreogallego.es


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